Una vez fui a ver una exposición de la obra de Andy Warhol. En una de las salas había un espacio donde mostraban antecedentes de su vida. Se indicaba que, luego de alcanzar cierta notoriedad, el artista decidió vestirse de un estilo determinado: pelo blanco, lentes oscuros, pantalones y beatle negro. Algo parecido escuché sobre Einstein y Steve Jobs. Que tenían en el closet cambios de las mismas tenidas.
Más allá del papel que juega la vestimenta en lo que queremos comunicar sobre nosotros, me agrada lo sencillas que son estas interpretaciones de la vida de personajes. Te sugieren que se ahorra mucho tiempo y energía al obviar qué ponerse. Pero por sobre todo, se economiza en la necesidad de estar intentando pensarse a sí mismo. Al usar la misma ropa, el mismo corte de pelo, eludes los pensamientos falsos sobre ti y puedes centrarte en las acciones verdaderas, aquellas que concretamente generan un acercamiento con las cosas y que realmente te interesan.
Hipotéticamente, el dejar de lado esa maraña psicológica te da tiempo, o más bien, te centra, en los aspectos de tu vida que crees realmente importantes. Una parte del yo que muere para priorizar otras.
Documentos de Rodríguez Lira 
Me gustó mucho tu reflexión. Yo sabía y había leído al respecto de la relación de esos personajes con su apariencia.
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Y las conclusiones a las que llegas vos son muy acertadas
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Incluso leí una vez que entrevistaron a Einstein en su casa y la esposa mencionó que se vestía siempre igual, le fue a mostrar el closet al periodista y vio que tenía puros colgadores con la misma combinación de ropa. Se había comprado varios juegos de las mismas mudas y las tenía todas ordenadamente colgadas una al lado de otra
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El periodista le preguntó la razón y Einstein le contestó que así no tenía que gastar tiempo y energía en pensar qué ponerse y así podía ocupar ese tiempo y energía en cosas más importantes
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Muy buenas reflexiones. Yo había leído sobre el tema. De hecho, Einstein decía que lo hacía para no tener que gastar tiempo y energía en pensar qué ponerse. Y así podía dedicarlo a cosas más importantes.
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