
I
Antes de releer Pedro Páramo siempre tuve en mente una rara idea que me perseguía y me hacía pensar sobre el misterio de este libro. Porque uno podría preguntarse ¿qué secretos tendrá para el lector un texto que, desde el diseño hasta su nombre, se ve tan sencillo? No es que al encontrarlo en alguna vitrina, feria o en la cuneta, no llame la atención. Por el contrario, lo que atrae, primero, es que está en todas partes y, segundo, que siempre lo veo en ediciones que aparentan ser muy sencillas, por lo general en rústica. Pareciera, ahora reflexiono esto después de haberlo leído nuevamente, que la edición de los textos también ha sido cuidadosamente celada para mantener ese formato. No es como El Quijote, que también lo encuentras en todos lados y en muchas versiones, en ediciones grandes, de tapas duras, con ostentosas ilustraciones, que solo al verlo, por más que esté tirado en la calle sobre un mantel piojoso, da la impresión de que es una obra importante. Si fueras un chiquillo que se está empinando en los estantes del tío bibliófilo para averiguar qué esconde ahí con tanto celo sabrías, con solo ver el material del que está hecho ese volumen, que no debes tomarlo. O por el contrario, ese es el que debes robar si quieres hacer que se moleste verdaderamente contigo. Leer más “A propósito de Pedro Páramo de Juan Rulfo”