IV
Los libros están mirando hacia adentro. Como los lectores, cuando leen. Digamos que un libro cerrado, puesto en una estantería, es un libro que está esperando. Cuando es tomado por alguna persona es como si despertara. Con el contacto de la mano en las hojas se abre. Y se abre también la persona que va a leerlo. El libro se abre. La persona se abre al libro, pero se cierra al mundo. Nos cerramos en el acto de leer. Aunque nos abrimos, nuevamente, al llevar, después, la lectura del libro con nosotros. Leer más “Bibliotecas”